En el foco Política y Sociedad América del Norte En Estados Unidos, la contaminación es un tema racial Lago Ontario. Fuente: Thoth God of Knowledge (Flickr) 1 febrero, 2021 Ana Montes @anamontes_98 Compartir en WhatsApp Twitter Facebook LinkedIn Telegram Menéame Esta funcionalidad está reservada a suscriptores. Suscríbete por solo 5€ al mes.Guardar artículo Please login to bookmark Nombre de usuario o correo electrónico Contraseña Recuérdame Esta funcionalidad está reservada a suscriptores. Suscríbete por solo 5€ al mes. Descargar PDF ¿Quieres recibir contenidos como este en tu correo? Apúntate a nuestro boletín semanal La pandemia ha dejado al descubierto el racismo ambiental en Estados Unidos. La población negra, y la hispana en menor medida, viven expuestas a una mayor contaminación, relacionada también con una mayor tasa de mortalidad por covid-19. El movimiento Black Lives Matter lucha contra estas discriminaciones, como lo hizo el Movimiento por los derechos civiles en los años sesenta. Ante la grave situación provocada por el virus, el Gobierno de Joe Biden se enfrenta a sus promesas electorales en esta materia. La Oficina del Fiscal General de Míchigan imputó el 15 de enero de 2021 al exgobernador republicano Rick Snyder, así como a otros ocho funcionarios públicos, por su negligencia en la crisis por contaminación del agua de la ciudad de Flint. En esta comunidad de mayoría afroamericana los problemas comenzaron cuando el entonces gobernador Snyder ordenó en 2014 cambiar la toma de agua del lago Hurón al río Flint, cuya agua contenía altos índices de cloro, un elemento que desprende plomo de las tuberías. La población tardó poco en sufrir el envenenamiento: sarpullidos, viviendas corroídas por el metal y niveles de plomo en sangre tan altos como para enfermar a niños y adultos de por vida. La sociedad civil de Flint luchó para recuperar la calidad de su agua y exigir responsabilidades políticas, pero ni el gobernador ni el entonces presidente demócrata Barack Obama hicieron algo al respecto. Finalmente, la Agencia Medioambiental de Míchigan y los funcionarios implicados fueron condenados en noviembre de 2020 a indemnizar con seiscientos millones de dólares a una parte de la comunidad por haber falsificado pruebas para negar la existencia de plomo en el agua. El caso de Flint y la de... Si quieres seguir leyendo este artículo, suscríbete a EOM. Lo que pasa en el mundo te afecta; comprenderlo es más necesario que nunca. Suscríbete por solo 5€ al mes Nombre de usuario Contraseña Recordar cuenta Recordar contraseña