En el foco Política y Sociedad Asia-Pacífico Duterte y su guerra contra las drogas en Filipinas Rodrigo Duterte revisa una serie de armas incautadas por la policía. Fuente: Oficina de Presidencia (Wikipedia) 15 abril, 2020 Teresa Romero @TRomVil Compartir en WhatsApp Twitter Facebook LinkedIn Telegram Menéame Esta funcionalidad está reservada a suscriptores. Suscríbete por solo 5€ al mes.Guardar artículo Please login to bookmark Nombre de usuario o correo electrónico Contraseña Recuérdame Esta funcionalidad está reservada a suscriptores. Suscríbete por solo 5€ al mes. Descargar PDF ¿Quieres recibir contenidos como este en tu correo? Apúntate a nuestro boletín semanal Nada más llegar a la presidencia en junio de 2016, Rodrigo Duterte lanzó una campaña antidroga para acabar contra la adicción a la metanfetamina en Filipinas. Casi cuatro años y docenas de miles de asesinatos extrajudiciales después, la campaña se ha convertido en una guerra cuyas víctimas son los filipinos más pobres y en la que policías corruptos y justicieros permanecen impunes bajo la protección del Gobierno. La conocida como “guerra contra las drogas” fue lanzada por Rodrigo Duterte nada más alcanzar la presidencia de Filipinas en junio de 2016. No se trataba de una política nueva: el discurso que promueve los ajusticiamientos entre los propios ciudadanos ya se había convertido en norma durante los veintidós años en los que fue alcalde de la ciudad sureña de Davao, y Duterte alcanzó la presidencia prometiendo que aplicaría el mismo método política a nivel nacional. Pero lo que inicialmente se concibió como una campaña de tan solo seis meses se ha convertido en una contienda de casi cuatro años que está dejando tras de sí decenas de miles de muertos y empujando a sus familias aún más a la pobreza. La campaña viene motivada por el alarmante consumo de metanfetamina en Filipinas, donde se la conoce como shabu. No se conoce la cifra exacta de consumidores, y los números varían desde los 1.800.000, según la Junta de Drogas Peligrosas —un 2,3% de la población—, a entre cuatro y ocho millones según el propio Duterte. El presidente, por cierto, despidió al director de la Junta en 2017 por contradecir sus estimaciones. Lo que es seguro es que para 2017 1.180.000 consumidores se habían rendi... Si quieres seguir leyendo este artículo, suscríbete a EOM. Lo que pasa en el mundo te afecta; comprenderlo es más necesario que nunca. Suscríbete por solo 5€ al mes Nombre de usuario Contraseña Recordar cuenta Recordar contraseña